El baile se llegó a establecer en las relaciones humanas como una forma de comunicación relacionando a los individuos emocionalmente sin necesidad del lenguaje. El psicólogo húngaro István Winkler demostró que las personas nacen con un sentido rítmico-musical, la cual produce las ganas de bailar al escuchar una canción. El baile nos proporciona una serie de beneficios y nos aporta estados psicológicos positivos.
1. Bailar nos conecta con nosotros mismos
A través de los movimientos en el baile se despiertan nuestras emociones que se encuentran más reprimidas procesándolas de una forma más natural haciendo que éstas se canalicen de una forma más saludable. A través del cuerpo conectamos con nosotros mismos dando pie a la creatividad y espontaneidad.
2. Romper el hielo
Como bien sabemos, bailar es una actividad social en la cual nos acercamos a las personas, creando amistades y desarrollando habilidades sociales. Bailar actúa como desinhibidor y potenciador social, nos acerca a los demás, en definitiva, rompe el hielo.
3. Mejora el estado de ánimo
Ayuda a la mente a olvidar problemas y preocupaciones de la rutina del día a día, facilitando que dejemos de pensar en negativo, reduciendo así el estrés y la tensión. También hace canalizar la adrenalina produciendo alegría y sensación de bienestar propiciando así vitalidad e ilusión.
Un estudio realizado en Corea (2005) y publicado en la revista International Journal of Neuroscience se comprobó mediante una terapia de movimientos de baile en adolescentes con depresión haciendo que estos estados disminuyeran.
4. Mejora la autoestima y la seguridad
Asistir a clases de baile es un excelente método para vencer la timidez al ayudar a las personas a vencer su miedo “al ridículo”. Por ejemplo, una caída mientras bailas es un fallo que todos podemos tener, y sortear todos esos obstáculos es obtener confianza. Bailar hace que refuerce nuestra seguridad consiguiendo diferentes logros a medida que avanzamos.
Bailas?
Foto: David Boza